«Soy de Donetsk, que ahora pertenece a Rusia». Dice Irina Gordon: «Nunca me sentí ni fuí ucraniana. Nací en Unión Soviética. En mi pasaporte figuraba: nacionalidad rusa». En 1991 se produjo la disolución de la Unión Soviética, y la creación de Ucrania como estado soberano. Aún así Irina prefirió dar continuidad a la nacionalidad rusa como lo hicieron miles de habitantes de las regiones Lugansk y Donetsk.

Ucrania había sido sitio de descanso y recreo para los zares.

Vive en Bogotá. En tanto que las ciudades de su juventud, hoy están destruidas y tomadas por tropas rusas, se mantienen sin capitular. Enseña lengua rusa, su lengua materna, que se habla en forma mayoritaria por los habitantes de la región separatista. Se casó en su patria enamorada de un compañero de estudio colombiano. «Allá nacieron mis dos primeros hijos».

La docente rusa carga el fardo psicológico de la Segunda Guerra Mundial o la Gran Guerra Patria, como se conoce el conflicto al interior de Rusia. Ahora ella y sus hijos tienen nacionalidad colombiana. «En Donbass la mayoría de gente es de nacionalidad rusa»- Dice la maestra ucraniana. La liberación de población ruso parlante y las acciones de movimientos rebeldes prorusos fueron los argumentos empleados por Vladimir Putin para iniciar la ofensiva en gran escala contra Ucrania el 24 de febrero de 2022.


En Bogotá D.C labora como maestra de lengua rusa, su lengua materna. Comenta que el idioma ruso es el idioma mayoritario de los habitantes de la región separatista. Tras el periodo de sovietización los ucranianos están hablando su propio idioma en un proceso de fortalecer su identidad nacional. No es el caso de Irina Gordon.


Nací en Ucrania, me siento rusa.

El gobierno de Alemania ha abierto las investigaciones para descorrer los hechos de su país durante la Segunda Guerra Mundial. En una declaración esclarecedora en 2016 Frank-Walter Steimeier, presidente de Alemania, manifestó: «Los alemanes conocemos la historia mucho menos de lo que nos gusta creer y que en término de memoria y del papel que jugamos allí, no estamos tan avanzados como nos gustaría creer».

«Allá nacieron mis dos primeros hijos», dice Irina. Carga consigo el fardo psicológico de la Segunda Guerra Mundial o la Gran Guerra Patria, como se conoce en los libros de historia rusa al conflicto. Ahora ella y sus hijos tienen nacionalidad colombiana. «En Donbass la mayoría de gente son de nacionalidad rusa» -afirma-.

La liberación de población ruso parlante y las acciones de movimientos rebeldes prorrusos son los argumentos empleados por Vladimir Putin para iniciar la ofensiva en gran escala el 24 de febrero de 2022. El idioma oficial de Ucrania es el ucraniano que se habla desde la proclamación del Estado Soberano de Ucrania.


Cuando Ucrania dependía del Kremlin...

Durante las vidas de los padres y de los abuelos de Irina, Ucrania y Rusia se integraban en mismo país. La población ucraniana obedecía las órdenes de Stalin. Cuando sobrevino la invasión nazi, el ejèrcito ruso armaba trincheras. Hacer barricadas que protegieran de la captura a sus poblaciones era parte del sacrificio por la madre patria. La familia Gordon vivía inmersa en un complejo hilo histórico.

Sus padres vivieron la invasión alemana que comenzó en junio de 1941. Fue el tiempo del cerco a Kiev, que llegaría hasta noviembre de 1943. Vivieron las penurias mientras se libraban batallas sobre el río Dniéper. Las noticias radiales hablaron del drama heróico del cerco a Kiev mientras Iósif Stalin instaba al reclutamiento obligatorio. Los relatos describieron incontables caballos muertos en las calles. Los padres de Irina le contarían de asedios y de hambre. Con el tiempo, los ucranianos fueron sovietizados. Ucrania también había sobrevivido al hambruna de 1933 en el auge del gobierno de Stalin.


Irina Gordon está conectada a la Ucrania en que se desarrolló en Febrero de 1945 la Conferencia de Yalta. El encuentro de Stalin, Roosvelt y Churchill ocurrió en la península de Crimea que en la etapa final del conflicto fue recuperada al ejército de Hitler.

Relata en la escasés de sus palabras: «Un tío mío fue al frente y no regresó»

En la secuencia de tragedias históricas en Ucrania durante la ocupación alemana figura el genocidio en la localidad de Babin Yar, en contra 33771 judios que fueron fusilados entre 29 y 30 de septiembre de 1941. Con Irina está presente un largo recorrido de sufrimiento nacional y familiar.

Irina es dueña de una personalidad hermética. Ha hecho su vida en la capital suramericana. Tras treinta años de residencia ha obtenido la nacionalidad colombiana. Va a contracorriente, cree con fervor en el discurso de Moscú. Está segura en que la tragedia vivida en la actual Ucrania es responsabilidad de los Estados Unidos.

En Bogotá, saber ruso y español le da formas para ganarse la vida y sostener a salvo a su familia.

Está lejos de su tierra natal, se aleja de aquel tiempo cuando cualquiera podía caer ejecutado por colaboracionista con el bando contrario.

Noticias Colombia: Textos y fotos: Nelson Sánchez A - Escríbenos: redaccion@noticiascolombia.com.co