Son 45328 refrigerios diarios que llegan en manera gratuita a población de adulto mayor, a población escolar y a población desempleada. Una cifra próxima al millón de raciones donadas al mes. Esto es posible gracias al interés común por ayudar. Es un sentimiento que une a dos organizaciones: Fundación una Mano por Colombia y Club Rotario Distrito 4281.
Club Rotario Bogotá Laureles ha desplegado su actividad en 165 puntos en Colombia. Entre tanto, Una mano por Colombia, como aliada, ha establecido trece puntos en todo el país.
Estas instituciones han logrado que alrededor del procesamiento de la soya y sus múltiples productos derivados, se construyan proyectos comunitarios mediante la puesta en marcha de un impactante trabajo social. Para el efecto se ha hecho la entrega de catorce plantas distribuidas en distintos puntos de la geografía colombiana: Bogotá, Cúcuta, Santander, Cesar. También este trabajo la actividad en el resguardo indígena de Coyaima en el Tolima.
El programa incentiva el aseguramiento de la calidad nutricional, y genera además oportunidades de trabajo.
En materia de capacitación, esta alianza desarrolla jornadas en diferentes localidades. Mediante prácticas abiertas, las comunidades aprenden sobre la fabricación de galletas, tortas, panes y elaboración de bebidas como leche de soya, avenas y yogures.
Pedro Manrique reitera que junto con el objetivo de aseguramiento de calidad nutricional, quienes ejecutan el proyecto adquieren hablidades y destrezas en la industria de panificación.
La soya como emprendimiento social
El programa es, en simultanea, una fuente de negocio para los cultivadores de soya de Valle y Meta. Los agricultores venden a este programa 396 toneladas del grano al año, según explica Elizabeth Parisi, coordinadora de Proyectos de Club Rotario Bogotá Laureles.
En desarrollo de estas tareas filantrópicas el Club Rotario Distrito 4281, entrega a comunidades organizadas, mediante la figura de comodato de uso - es decir sin costo- los equipos necesarios. Estos apoyos, en equipo por parte del Club Rotario entregados a las comunidades consisten en motor de licuadora, motor con molino, calderos, artesas para moje, y una estufa semi industrial de dos puestos. Con la planta se realiza la extracción de la leche de soya y el procesamiento de la masa.
Elizabeth Parisi, subdirectora del Programa Nutricional basado en Soya de Club Rotario Los Laureles, explica que se ha instalado 165 plantas en el territorio colombiano. El proyecto se sostiene gracias a la generosidad de donaciones de la empresa privada nacional e internacional.
La soya como posibilidad empresarial
Como se trata de incentivar proyectos productivos Pedro Manrique, explica que la Alianza, provee, además, en manera inicial una especie de capital semilla. Este aporte consiste en trescientos kilos de soya.
Estos emprendimientos tienen la visión de convertirse en proyectos productivos autosostenibles. Se trabaja para convertir a estos desarrollos en unidades económicas competitivas y consolidadas con capacidad para colocar sus productos en almacenes de grandes superficies.
Una Mano Por Colombia tiene 13 seccionales, en seis departamentos de Colombia. En ellas trabajan 91 personas. En cumplimiento de sus tareas estas unidades sociales consumen 104 toneladas de soya.
Alrededor de las faenas nutricionales, Fundación Una Mano por Colombia, desarrolla, también, táreas de refuerzo escolar, y encuentros de bienestar... Un ejemplo integral de la solidaridad posible. |