Ética en Colombia
 

 

Wilson Herrera Romero: En general, desde una perspectiva ética, una acción es correcta en la medida en que no solo es acorde con ciertos principios o valores éticos, sino que, además, y esto es lo más importante, es que quien realiza dicha acción, lo hace libremente y motivado por dichos principios o valores. En este sentido, lo que es propio de una acción moralmente correcta es que la persona la lleva a cabo no porque este coaccionado o tenga miedo a la sanción, sino por convicción.

Ahora bien, hay enfoques de la ética que señalan que los valores morales se construyen socialmente, y que es una parte fundamental del proceso de formación de las personas, que ellas lleguen a entender estos valores y a considerarlos como propios, esto es, a tomarlos como guías de acción, es a ello que se la ha dado el nombre de interiorización. Lo central de este proceso de interioración, es que la persona considere que los valores que se le están inculcando tienen para él legitimidad o validez. La enseñanza de la ética y la formación ciudadana apuntan justamente a este proceso de interiorización; proceso que puede hacerse de manera adoctrinante o bien, a partir de ejercicios de deliberación en el que las personas a partir de sus propias capacidades racionales, comprenden y aceptan dichos valores porque consideran que estos son razonables.

Wilson Herrera Romero: En la historia del pensamiento moral en Occidente, desde los griegos hasta nuestros días, se ha partido de un supuesto, que creo es innegable, y es que los seres humanos no somos santos, sino que se podemos ser llevados por distintos motivos a realizar libremente acciones moralmente incorrectas, como es el caso de actos deshonestos. Qué es lo que lleva a las personas a realizar este tipo de acciones, es una cuestión que ha sido discutida en la filosofía moral, en la psicología social y en también en la sociología. Las posturas son variadas y complejas. Aquí solo me limitaré a mencionar dos de ellas y que ayudan a iluminar el problema que se plantea. De un lado están quienes sostienen, que una razón por la

que una persona hace libremente una acción deshonesta, es su carácter, su manera de ser. Pero este carácter no es algo innato, sino que se da a través de un proceso de formación, y que tiene como espacios privilegiados la familia y la escuela. La segunda postura, es que es el contexto social e institucional el que explica estas conductas. Para esta perspectiva, la influencia que tiene una persona o una norma investida con cierta autoridad es de tal fuerza, que esta puede doblegar los reatos morales, el carácter moral que tenga la persona, de tal manera que ella actúe en contra de sus propias convicciones morales. Los famosos experimentos de Milgram y Zimbardo, tratan de dar pruebas empíricas contundentes que apoyan esta postura. En mi opinión, creo que los seres humanos no son malos por naturaleza, y que muchas de las acciones dehonestas que llevamos a cabo, se explican por el contexto en que se da la acción y por la forma cómo hemos sido formados.

Ahora bien, en situaciones donde hay incertidumbre moral y que incluye una falta de claridad en torno a los principios o valores a los que se puede acudir para seguir un curso de acción, un primer paso, es tratar de aclarar por un lado, las circunstancias del momento, reflexionar sobre quienes pueden ser afectados negativamente por nuestra decisión y tener como guía el principio de precaución, de escoger aquellas alternativas en que por un lado no generen daño a otras personas, y si esto no es posible, que sea el menos posible y por otro, respeten al máximo la autonomía de las personas afectadas. Además de ello, se debe estar dispuesto a realizar las acciones de reparación que sean necesarias para mitigar el daño de las personas afectados. 

Wilson Herrera Romero: A lo que apuntaba la tesis de Rawls, es qué en relación a la pregunta de cómo sería una sociedad justa, nos debemos enfocar en la manera cómo deben funcionar las instituciones y no en cómo se comportan los ciudadanos. Ahora bien, es claro que, si las instituciones son efectivas, los ciudadanos se comportaran de acuerdo con lo que ellas señalan. Ahora bien, para Rawls, una sociedad será justa si el conjunto de instituciones políticas, sociales y económicas, satisfacen los siguientes dos principios: Primero, garantizan en igual medida las libertades fundamentales de los ciudadanos; segundo, distribuye de manera equitativa los frutos de la cooperación, y en atención a ello, se privilegia a aquellos menos aventajados, es decir, a los grupos y comunidades mas pobres y vulnerables.

Por otra parte, Rawls también señaló, que la justicia puede ser también parte del carácter moral de las personas, y a este respecto señaló, que en una sociedad bien organizada, se asume que los ciudadanos tienen un sentido de la justicia. Con ello, se refiere Rawls, a que los ciudadanos están dispuestos a cumplir con la leyes y normas que gobiernan una sociedad, siempre y cuando sean razonables, y lo hace porque consideran, que en una sociedad justa, es parte de lo que se llama el juego limpio, respetar las normas que todos siguen. Y esta exigencia de cumplir con las normas es fundamental, según Rawls, para garantizar la cooperación social.

Wilson Herrera Romero: El comportamiento ético no es algo innato, es algo que se aprende. No nacimos buenos. Ahora bien, la base del aprendizaje moral es la experiencia. Aunque la lectura de textos es un recurso valioso de aprendizaje moral, pues nos ayuda a pensar con rigor y cuidado las situaciones que vivimos, son las vivencias directas de ciertas situaciones éticas, las que forman más.

En el caso que se menciona en la pregunta, si bien la sola firma de una declaración no garantiza que los estudiantes no cometan fraude, el hecho de firmarlo, les ayuda a recordar que han asumido un compromiso que deben cumplir. Un acto simbólico como este, es una forma para que los estudiantes interioricen las normas de integridad académica, y la asuman como parte de su comportamiento cotidiano y no como una imposición externa. Para que esto se dé, es clave que esta declaración esté acompañada de un diálogo previo en el que los estudiantes entiendan la importancia moral y social de las normas que rigen la integridad académica.

Entrevista: Noticias Colombia- Nelson Sánchez A