Una manera de vivir tiempos bíblicos
La comunidad israelita vive conforme a leyes antiguas, recibidas por Moisés en el monte Sinaí. A diferencia del pueblo hebreo, reconocen a Jesucristo como Mesías y Salvador. Los hombres hacen votos de nazareato, por esto, mantienen la barba por siempre y dejan crecer su cabello. Visten como en tiempos bíblicos. No hay un líder o pastor.
Existe un comité que recoge los aportes y los distribuye para los gastos del templo. Como lo hace el pueblo de Israel, desde el viernes en la noche, se recogen en preparación para guardar el día de reposo.
Este movimiento tuvo su inicio en Perú. Ezequiel Atahupuzi, se dió a la tarea de rescatar las vivencias rituales de Israel, que sobreviven en las sinagogas y que son experiencia religiosa y cultural del pueblo judío.
Cada cierto tiempo, esta Comunidad, hace una ofrenda a Dios. Presenta un cordero, el que sacrfican y luego llevan al fuego. Este acto lo hacen una vez en en el año en una finca en Sibaté -Cundinamarca-. En una reunión a la que asisten cerca de mil miembros de cinco congregaciones que hay en la capital colombiana.
Un cordero como sacrificio...
Celebran las fiestas de las Cabañas, de los Tabernáculos y la Pascua, siguiendo el libro de Levítico.
Se desempeñan en múltiples oficios. Los que manejan taxis, van vestidos con sus túnicas de seda. Hay especialistas que fabrican un dulce, que en Colombia se conoce con el nombre de "ponche", del que dicen con orgullo, que ellos tienen una fórmula exclusiva que es un secreto.
En Candelaria la Nueva, en Bogotá, se congregan todos los sábados, el día grande. Alaban, comparten el alimento y lo brindan a los visitantes sin cobrarles, como muestra del aprecio de Dios.
Las mujeres se ocupan de hornillas, una hermana vende café. Ellos como en otras sedes de Colombia, procuran vivir en armonía. Cuando alguien sufre una calamidad, en la comunidad recolectan dinero para socorrerle.
El colorido de sus trajes y su manera de vivir, trasladan a tiempos de un pueblo de carpas y de remiendos en cuero de cordero. Rememoran también los dias primitivos del desierto, el paso del Río Jordán, el Arca de la Alianza, y las iras sísmicas de Moisés.
Los estatutos y decretos dados al pueblo de Israel, y consignados en el libro Deuteronomio, rigen sus vidas como la aproximación al reino de Bienaventuranza.
El amor por Jesús, el aprecio por los hermanos y las hermanas, la devoción por sus familias han definido los rasgos de esta Comunidad.
Texto y fotos: Nelson Sánchez A.
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