Se llama Zora... Zora Pitáková... lleva doce años
sintiendo en Colombia... Es de la República Checa,
(no es correcto decir Checoeslovaquia) ...
La chica checa ama a su chico colombiano.
La chica checa ama a Colombia y a todo su vecindario.
La chica checa dirige teatro en una de las salas
en donde se sientan sesenta personas, trabaja con cuatro actores colombianos.
Zora, igual que los colombianos, quiere que
sepan de su país. Tiene cine para niños y niñas, y -dice ella- películas para grandes. También tiene historias y cultura.
Un teatro por vivir
Tenía 19 años. Sus padres la premiaron con un viaje para conocer otro lugar del mundo, otra cultura y llegó a Colombia. Se quedó estudiando periodismo, y se graduó en Universidad de la Sabana.
Trabajó en Noticias Uno como periodista. Vino el tumulto de las comparaciones, de los estudios, y ansiedades multiplicadas por hacer. Durante su estadía en Colombia, es la muestra de que Praga está saliendo de la melancolía.
En Colombia ha puesto el arte que traía, ha hecho composiciones digitales, la artista ha creado espacios inimaginados, ha inventado como fotógrafa geometrías y ha encendido en sus impresiones fotográficas nuevas iluminaciones.
Zora Pitáková, es la manera de amar, vivir y padecer un país distinto a su patria natal. Dice las cosas como otra colombiana; reniega por el abandono del centro de Bogotá. Ha sido docente universitaria en periodismo. La chica checa batalla en todas las mañanas, se ha levantado a buscar empleo. Es una embajadora de su patria, quiere llevar arte colombiano, hace planes de transportar a su República Checa la joyería y las pinturas y traer cristales de los artesanos checos y llevar a los castillos europeos las muestras de los artesanos colombianos. Ha vivido en modo ilusión. La chica checa es una escenificación de lo que fue Casa Checa, -sólo que le falta la casa-.
Ha salido de su ensueño en ciertas situaciones. Por ejemplo, cuando en la querida Bogotá mientras compraba unas galletas se le llevaron su talega con el computador.
La actuación como centro de estudios.
En, D14 el grupo de teatro que dirige, es en donde se vitalizan cuatro actores colombianos. Allì se congrega un grupo de estudiosos. Conectan cogniciones en el acto teatral. En el elenco están los Maestros en artes escénicas Andrea y Givier. Andrea forma además parte del festejo teatral a niños hospitalizados y Givier tiene veinte obras escritas y es formador de artistas. Alvaro es un estudiador del cine europeo, y viajante a Suiza, Nicolle es estudiante de arte dramático.
Por azar llegó a Colombia. Sus padres querían que conociera otras culturas... en esas lleva doce años. Laboreando el periodismo, la fotografía artística,experienciando la dramaturgia como fuente de risa y de reflexión.
Es inevitable hablar de la invasi… - ¿Cuál de las dos invasiones?, ¿La de la segunda guerra o la del 1968?-.
Zora es un país que viaja con ella, que igual que Colombia, intenta sobreponerse en la escritura de historias renovadas. La joven directora es modernidad y es nostalgia; es hablar de Praga, de Kafka, relatar a Hitler irrumpiendo, rememorar el trote de Zatopek, el atleta, que en una tarde de gloria, ganó la maratón olímpica. Con Zora tambien, sobrevuelan los aviones soviéticos sobre la capital y vuelve ese sonido de los tanques del Pacto de Varsovia entrando, sin pedir permiso, en la capital sombría. Al tiempo es hablar de un país de vivos colores en la Unión Europea, que traza sus políticas económicas con discreción con la corona, una moneda fuerte.
Una tía suya Dara Bartulova es profesional del teatro. Los checos van a teatro, en promedio, dos veces por semana.
La obra El Último Tabaco, escrita por el Maestro Bengt Ahlfors, finlandés-sueco, es interpretada por cuatro actores colombianos. El teatro está en lugar inédito: un centro comercial. Se ingresa por una rampa, hasta el cuarto piso. Allá hay una sala con cuatro graderías construidas en madera, y barnizadas en negro. El texto de Bengt Ahlfors es visto en el recinto de seis metros.