A Pedro Gómez Barrero le recordarían que ha construido más tres millones y medio de metros cuadrados. Le enrostrarían retazos de su vida, en el aula máxima delante de los lienzos imponentes. El Rector de Universidad del Rosario Alejandro Cheyne, le impondría la Orden del Fundador Fray Cristóbal de Torres. La distinción pudo significar, en algún punto, la consumación de la gloria para el egresado de la Universidad.

En el sitio principal, en su compañía y sentado, un expresidente de la república, que aunque considerado en su dignidad, como expatrono de la Universidad, era un invitado de honor que no haría uso de la palabra. Discurría un acontecimiento ceremonial en el que exministros de estado, un embajador y personas prominentes, hicieron del silencio y de la escucha actos de homenaje. El auditorio se rindió del todo al imperio de la voz de aquel mayor. La solemnidad claustral centenaria, se activó en la procesión de las togas. Esta vez, por obra y gracia del tributo a quien Mario Suárez Melo, llamó "maestro de la derechura".

Se reconoció su contacto con la realidades histórica y humana en momentos catastróficos de la naturaleza, como fue en el sector de Patiobonito, durante 1978, cuando cientos de hectáreas quedaron anegadas en la localidad de Kennedy y miles de habitantes perdieron sus pertenencias. Como respuesta a la tragedia, el constructor habría de concebir la Fundación Compartir. Desde la entidad sin ánimo de lucro se dio impulso con capacitación y crédito a 27000 micro empresas. La condecoración conmemoró el modelo de gestión de Pedro Gómez Barrero en otras tragedias nacionales, en diferentes épocas, como en Tumaco, en la caída de la Plaza de Toros de Sincelejo, y en el desbordamiento del río Magdalena.

En su discurso de homenaje, Mario Suárez Melo, recordó el ejercicio del hombre del día, como gerente durante ocho meses del Fondo de reconstrucción Resurgir tras la destrucción de Armero. " estuvo sin contraprestación alguna"- dijo-.

Se hizo el recorderis del abogado como líder en la ejecución de obras civiles, del visionario que con la edificación del Centro Comercial Unicentro, incorporó un concepto transformador y perdurable hasta la fecha. Y se hizo un inventario de sus ingenierias a lo extenso del país.

Al recibir la medalla con la Cruz de Calatrava el ambiente estaba influido por su frase, "Volver al pais correcto que tuvimos".

El rector de Universidad del Rosario, Alejandro Cheyne García, se refirió a Pedro Gómez Barrero como hombre creativo e innovador: "Esta condecoración exalta la grandeza de los hijos del Rosario".

El homenajeado recordó su tiempo como celador nocturno en la época de estudiante rosarista, rememoró que salía del aula y se iba a vigilar en una edificación del Ministerio de Agricultura. Cumplía los turnos de 6:00 p.m a 12:00 de la noche, y cubría otro horario: de 12:00 de la noche a 6:00 a.m,"supongo que me dormía en alguna parte la clase".

Recuerda que el 26 de junio de 1953, en el tiempo en que se iniciaba el gobierno militar de Gustavo Rojas Pinilla, el joven Pedro Gómez Barrero, era interrogado y examinado, por maestros de reputación en este mismo recinto, y en presencia intimidante del rector Jose Vicente Castro Silva. Fue ese, su día, en el requisito para recibir el título de doctor en jurisprudencia.

Al condecorar a Pedro Gómez Barrero con la Orden del Fundador se rindió homenaje al empresario, al líder social. También se exaltó al diplomático que como embajador de Colombia en Venezuela, (cuando en Venezuela había democracia)-dijo el orador-, durante el gobierno de Virigilio Barco Vargas, apaciguó los ánimos belicistas mediante el acercamiento a la dirigencia del vecino pais. Había pasado el ultimátum a la corbeta ARC Caldas.

 

 
 
 

 

Nació en Cucunubá, en la provincia de Ubaté, Cundinamarca. Fue galardonado, de paso, por el circuito que desarrolló en la institución académica en la que fue estudiante, y luego; Colegial, Consiliario, Inspector de estudios, Secretario General y, cuando prosperó en los negocios, fue benefactor de Universidad del Rosario.

La longitud del aula máxima, hizo acústica con la ovación extensa dedicada a Pedro Gómez Barrero, quien ante el aplauso cerró los ojos como si se esforzara en unas lágrimas contenidas. Mario Suárez Melo, había dicho "Los sueños no se realizan por el sólo hecho de soñar".

Al salir a la puerta el condecorado, al traspasar una atmósfera colonial y ver la luz de la una de la tarde quedaba la sensación que eran la dignidad y el honor los que salían...es don Pedro... es la grandeza que se asoma...

 

Texto Noticias Colombia: Nelson Sánchez A- Fotos: Oficina de Prensa Universidad del Rosario. Junio 13 de 2019