N.S. Profesora Robayo, ha hablado de que el Estado debe prepararse, que debemos mejorar estructuras. ¿cuánto tiempo puede llevar eso?, y segundo: qué es lo que nos asusta de la migración realmente, si tenemos un potencial de gente que llega a trabajar. Inclusive el Observatorio de Venezuela de Universidad del Rosario concluye que si estas personas logran insertarse en la economía colombiana van ayudar en su sistema de seguridad social..
MCR: ¿A qué le tememos?. Debemos recordar que la sola idea de migrante, a nivel internacional, está llena de connotaciones negativas. Siempre se cree que el migrantes es otro, que es diferente. Muchas veces nos centramos en la cifras y deshumanizamos este proceso migratorio. Tenemos mitos al respecto: que los migrantes vienen a quitarnos los trabajos y cuando vienen migraciones como por ejemplo la venezolana, inmersa en una crisis humanitaria se creería que de alguna forma viene a usurpar nuestros posicionamientos sociales y que vienen a traer pobreza y que definitivamente van a bajar los estándares sociales -que no son los mejores hoy en Colombia-. Es la mezcla de unos imaginarios muy fuertes, de una falta de preparación del Estado y de la Sociedad para recibir esta migración y lo que se requiere son políticas migratorias; que son políticas que no salen de la noche a la mañana.
Es de entender este fenómeno que no está solamente dentro del plano social sino también dentro del plano institucional y si miramos como ha sido el desarrollo de otras políticas migratorias como por ejemplo España, que es un país tradicional receptor de migración, no solamente de una migración hispanohablante sino también de una migración africana o de Europa del este, vemos que el proceso de sacar una primera ley migratoria, fue más o menos unos ocho a diez años. En estos diez años España ha tenido unas tres leyes migratorias y han sido reemplazadas cada dos años porque por un lado la primera era muy afable con la migración luego salió otra que era muy controversial y muy cerrada y, después, la misma curva de aprendizaje del Estado llevó a una política migratoria más regulada.
En algunos u otros sentidos este fenómeno va cambiando rápidamente. Ha aumentado de una forma espectacular desde el 2015 para acá y pues, este es un proceso en donde está en aprendizaje el Estado, la sociedad colombiana, la Academia. En la Academia también estamos aprendiendo de este fenómeno porque una cosa es estudiar la migración en otro lugar pero estudiar la migración venezolana en Colombia tiene unas particularidades tan fuertes porque está ligada a la relación que ha tenido Colombia y Venezuela. Esa migración de colombianos que hoy se está activando, ha hecho que sea mucho más acelerada al haber redes migratorias familiares y de familias binacionales. Eso hace que entendamos este fenómeno como algo inédito, como algo propio de la región, particularmente en Colombia que la situaciones que se dan de alguna u otra forma en el proceso migratorio son mucho más intensas . Colombia es el principal afectado y el principal beneficiado por esta migración. Depende de cómo se aborde y de que se busque la forma de direccionar esta migración hacia los mejores lugares de emprendimiento.
También se trata de procurar que puedan ingresar o tener una cobertura. Ha llegado una migración infantil muy fuerte, estamos hablando de un 25% que son niños y si miramos un poco las cifras del RAMV que fue el registro de venezolanos del año pasado solamente el 25% de esos niños estaban inscritos en colegios. Lo que está pasando con ese 75% que hoy están fuera de colegios, es que esos niños tienen derechos de estudiar, independientemente de sus padres hayan ingresado de una manera formal o informal. Entonces los desafíos son enormes y se debe partir desde el ingreso de estas personas niños, niñas y adolescentes a las aulas de clases.