Aparece en la puerta de su oficina con el cabello  cano despeinado como  si estuviera recién levantado.  Tiene una sonrisa infantil. Tras de sí está una puerta comprada en un anticuario y de la que se cuenta perteneció a una casa que se incendió, en la revuelta del 9 de abril de 1948.  En su escritorio no hay papeles, por que es perentorio con su voz gutural de  acento francés que nadie le deje algo sobre su mesón de trabajo en el que le acompañan dos computadores. Es la voz sonante, en vuelos, paquetes, hoteles, tiquetes, buses, vacaciones, trenes y cruceros.


Hace más de  53 años vino de París a la América Lejana,  vivió la etapa entre guerras. Su personalidad se configuró entre sus padres turcos, una niñera alemana y severa, los fundamentos de la creencia hebrea, el ambiente de Niza, joya de la Costa Azul, la historia  traspuesta de Italia y de Francia. Es una amalgama de herencias, se describe a sí mismo como difícil de catalogar, “yo  soy yo”. Estudiante del Liceo Francés, en Bogotá.  Así se conformó su singularidad. Luego se apropió de las costumbres del mestizaje colombiano y de la expresión de sus artesanías y de su gastronomía, la música, la danza y el teatro, su mundo cerámico, de barnices, de carnavales, de hamacas y de sombreros,  de tambores y de marimbas.

Desde su llegada a Colombia agudizó su curiosidad por el paisaje colombiano, que le resultó extraordinario, sus sitios, en sus culturas, y enfocó su talento y fibra empresarial en el turismo. En Aviatur pasó de la venta de tiquetes a convertir una empresa que de once empleados pasó a 4095. Jean Claude Bessudo es rastreador eterno de novedades y se resolvió por amar a Colombia. Materializa las ideas en negocios rentables: casas flotantes, carpas con telefonía  móvil,  casas en los arboles,  viajes a sitios impredecibles, que lo han convertido en el primer mercader de intangibles en Colombia.


Por qué resolvió quedarse en Colombia: “Siempre tengo una anécdota que contar: "yo estaba en París, y allá pensamos Francia el centro del mundo, que somos el cacho del universo. Vengo a México, y la gente está convencida que es lo mejor, que México es lo máximo; hago esos contrastes de París y Versalles el Palacio de la Reforma, Méjico es lo mejor.  Y cuando vengo a Colombia, aquí todos dicen: esto está acabado  y  que aquí  es lo peor". Expresa con su infaltable sonrisa.


Cuando conoció a Bogotá en el Aeropuerto El Dorado la llegada y salida de los aviones era un  acontecimiento extraordinario, “salía uno cada hora”- Dice -. En la época de 1955 era un plan familiar ir a ver la llegada y salida de  los aviones Douglas DC-3. Los grupos llevaban ollas y se sentaban en potreros aledaños.   En 2013 el terminal aéreo es el de mayor volumen de carga de Latinoamérica.  En 1955 el joven Jean Claude Bessudo pagaba quince centavos por el pasaje de bus, “me encontré con infinidad de cosas buenísimas”. Desde entonces como si hubiera descubierto una de las claves de la vida percibe que todo lo hace feliz, disfruta las pequeñas cosas, divirtiéndose con todo lo que hace.  Hace el contraste: “Ahora Bogotá está más cerca de Tunja”.


Jean Claude  Bessudo, centró su vida en el turismo como  forma de vida y como negocio.  En su  cabeza está un mapa a escala de los  lugares turísticos de Colombia. Pensado en el desierto la Tatacoa, ecosistema estratégico de Colombia,  siguiendo los principios de construir respeto, conciencia ambiental y cultural ha querido instalar carpas con mesas,  salas de estar y  cómodas camas.


 Aspira a que en las depresiones alargadas y estrechas, se renueve la idea de los campamentos y que el idealismo juvenil característico del campismo que sobrelleva incomodidad, tenga ahora batería de iluminación, parrilla de cocina, y conexión inalámbrica a internet. El atractivo natural de La Tatacoa enlaza el pasado histórico de la humanidad. El viajero puede encontrar figuras serpentiformes, espiraladas, romboides, zoomorfas y antropomorfas, realizadas en los asentamientos humanos prehispánicos.


La riqueza fosilífera  del área del desierto de la Tatacoa, fue  motivo de estudio de Ruben A Stirton, de Universidad de California. También un grupo de la Universidad de Kioto adelantó estudios paleontológicos. Los  investigadores de la segunda universidad más antigua de Japón inventariaron primates fósiles, tortugas, reptiles ungulados y roedores. Los estudios demuestran que el llamado desierto de la Tatacoa es un bosque seco tropical en el que ocurrió un fuerte proceso de erosión.


Para Jean Claude Bessudo los parajes desérticos ubicados en Villa Vieja, Huila, al margen derecho del rio Magdalena, con una población de 8000 habitantes son un enorme potencial en el auge del turismo de naturaleza, que se convirtió en el segmento de más rápido crecimiento y el sector más dinámico del mercado turístico a escala mundial. Está a la espera  de los permisos  de las autoridades ambientales.


Que el trabajo satisfactorio es fuente de su felicidad se aprecia en Jean  Claude Bessudo y de cómo enfoca los parques naturales y áreas protegidas. Con sentido visionario llevó la práctica la idea de las  casas navegantes  que flotan en los espejos de agua del parque Macayacu en el Amazonas, en la casa de madera y techo pajizo que flota en la represa de Toca  en Boyacá, o aquella que navega  entre Cholón-Barú Bolívar, es una embarcación con  tres habitaciones, que incluye equipo de buceo para  dos horas diarias, como parte integral de una travesía ecológica  en la que los viajeros cuentan con piloto y cocinero.


No sufre de pesimismo 1985  los sucesos del palacio de justicia, el “éxodo Pastrana”, la época del cartel del narcoterrorismo  del cartel  de Medellín, cuando millares de Colombianos se desplazaron al exterior,  y Colombia tenía el espíritu encogido.  No pensó en irse de Colombia. "Pues en esos dias lo que hicimos fue cuidar el recurso humano de nuestra empresa y esperar a que pasaran las tempestades... yo sabía que Colombia no iba a estar presa por la tragedia toda la vida."



Texto: Noticias Colombia - Nelson Sánchez - Fotos Aviatur -